los ambientadores de aire son omnipresentes en ambientes interiores construidos, como lugares de trabajo, escuelas, viviendas, transporte, Hoteles, hospitales, instalaciones de atención y una variedad de edificios privados y públicos. Los ambientadores están diseñados para impartir un aroma al ambiente del aire o para enmascarar los olores, con la intención de crear un espacio interior agradable., Sin embargo, a pesar de la intención, los ambientadores pueden emitir y generar una gama de contaminantes del aire potencialmente peligrosos que pueden afectar la calidad del aire. Incluso los llamados ambientadores verdes y orgánicos pueden emitir contaminantes peligrosos del aire. Los ingredientes de los ambientadores de aire son en gran parte desconocidos y no revelados, debido a las protecciones reglamentarias sobre los ingredientes de los productos de consumo y sobre las formulaciones de fragancias. En los estudios, menos del diez por ciento de todos los ingredientes volátiles generalmente se divulgan en las etiquetas de los ambientadores de aire o en las hojas de datos de seguridad de los materiales., Desde una perspectiva de la calidad del aire interior, los ambientadores se han indicado como una fuente primaria de compuestos orgánicos volátiles dentro de los edificios. Desde una perspectiva de salud, los ambientadores se han asociado con efectos adversos, como migrañas, ataques de asma, síntomas de la mucosa, enfermedades infantiles y dificultades respiratorias. Este artículo investiga la aparente paradoja de que los productos diseñados para mejorar el entorno interior pueden plantear riesgos no deseados y desconocidos. Examina las perspectivas de la ciencia, la salud y las políticas, y proporciona recomendaciones y direcciones de investigación.

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